Concentrador de oxígeno RESPIREASY: Consejos de médicos para el invierno
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Cuando hace frío, las enfermedades respiratorias preexistentes, como el asma bronquial, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la bronquiectasia, tienden a empeorar y a sufrir brotes. Los médicos recomiendan lo siguiente:
I. Asma bronquial
El broncosoma, o simplemente asma, es una enfermedad respiratoria crónica común, una inflamación crónica de las vías respiratorias que involucra diversas células (como eosinófilos, mastocitos, linfocitos T, neutrófilos y células epiteliales de las vías respiratorias) y componentes celulares. Esta inflamación crónica se asocia con hiperreactividad bronquial, que suele manifestarse como una limitación del flujo aéreo generalizada y variable, reversible, causando episodios recurrentes de sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho o tos. Estos síntomas suelen aparecer y empeorar por la noche o temprano por la mañana, y la mayoría de los pacientes experimentan remisión espontánea o alivio con el tratamiento.
1. Oxigenoterapia respiratoria: Los pacientes con síntomas leves que tengan acceso a oxigenoterapia domiciliaria deben usarla bajo supervisión médica. 2. **Pacientes con asma grave:** Los pacientes con asma grave suelen experimentar hipoxemia y deben ser trasladados a un hospital de confianza para recibir oxigenoterapia mediante cánula nasal o mascarilla facial, según prescripción médica. Si una crisis asmática es grave y no responde a la medicación habitual, o si el paciente presenta alteración del estado mental, se debe notificar al médico de inmediato.
2. **Cuidado dietético:** Un pequeño porcentaje de pacientes adultos y aproximadamente la mitad de los niños con asma pueden experimentar exacerbaciones o empeoramiento de su condición debido a una dieta inadecuada. Se recomienda una dieta ligera, de fácil digestión, rica en vitaminas y con suficientes calorías. Evite los alimentos duros, fríos, fritos y picantes, como la pimienta y el jengibre; evite también los alimentos que desencadenan ataques de asma, como el pescado, los camarones, el cangrejo, los huevos y la leche. Los pacientes adultos con antecedentes de tabaquismo o consumo de alcohol deben abstenerse de estos alimentos. Si el paciente no presenta disfunción cardíaca ni renal, se le debe recomendar beber entre 2500 y 3000 ml de agua al día para prevenir la obstrucción bronquial por tapones de moco.
3. **Entorno y posición:** Las personas con alergias conocidas deben ser retiradas del entorno alergénico lo antes posible. Proporcione un ambiente tranquilo y confortable con temperatura y humedad adecuadas; evite colocar flores, alfombras y usar pieles, plumón o telas de seda en el interior. 4. Cuidado bucal y de la piel: Durante un ataque de asma, los pacientes suelen sudar profusamente. Seque el sudor inmediatamente. Si es posible, realice un baño de agua tibia a diario. Mantenga al paciente abrigado, cámbiele la ropa y las sábanas con frecuencia y mantenga la piel limpia y seca. Ayude al paciente a toser y hacer gárgaras después de expectorar para mantener la higiene bucal y prevenir infecciones orales.
5. Posicionamiento y ejercicio: Durante un ataque, adopte una posición sentada o semireclinada. En los periodos sin ataque, realice ejercicio activo, como caminar a paso ligero o trotar, según sus posibilidades. Evite el ejercicio intenso para mejorar la función pulmonar en la medida de lo posible.
6. Lleve siempre consigo su medicación para el asma y aprenda métodos sencillos de autocontrol de emergencia durante un ataque.
II. Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad pulmonar caracterizada por una limitación persistente del flujo de aire. Es una enfermedad común y frecuente que supone un grave riesgo para la salud humana, afectando severamente la calidad de vida de los pacientes y presentando una alta tasa de mortalidad. Los episodios recurrentes de bronquitis crónica a largo plazo pueden evolucionar a EPOC.
1. Apoyo psicológico: Mantenga un estado de ánimo positivo. Los pacientes con EPOC suelen experimentar recaídas y dificultad para respirar, lo que les causa una angustia considerable. Los familiares y cuidadores deben brindar apoyo psicológico, conversar frecuentemente con ellos y comunicarse eficazmente para ayudarlos a sobrellevar la enfermedad.
Brindar consuelo emocional a los pacientes, utilizar las conexiones sociales para ofrecer apoyo tanto emocional como material, compartir casos de tratamiento exitosos de enfermedades similares y enfatizar la importancia de los ejercicios de rehabilitación constantes.
2. Cuidados dietéticos: La ingesta diaria de líquidos debe ser de al menos 1500 ml. Los pacientes deben consumir una dieta baja en azúcares, rica en proteínas y fibra, de sabor suave y fácil digestión, que incluya carnes magras, huevos, pescado y verduras. Se deben evitar los alimentos que producen gases. Se recomiendan comidas pequeñas y frecuentes para prevenir la hinchazón y la dificultad para respirar.
3. Observación del paciente: Observe atentamente los síntomas de tos, esputo y sibilancias y los factores desencadenantes, especialmente la naturaleza y la cantidad de esputo; cuando se complica con una infección, el color del esputo cambia de blanco y pegajoso a amarillo y purulento; el empeoramiento de la cianosis a menudo indica una exacerbación de la enfermedad primaria; para los pacientes con cianosis grave, observe atentamente los cambios en la conciencia, la respiración, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los signos cardiopulmonares; si está disponible, utilice un monitor de electrocardiograma.
4. Posición corporal: Durante los ataques agudos con fiebre y sibilancias, el paciente debe permanecer en cama en una posición cómoda, sentado o semisentado. La ropa debe ser holgada para reducir la restricción del movimiento respiratorio.
5. Administración de medicamentos: Observe si la temperatura corporal del paciente disminuye después de la administración del medicamento, si los síntomas de tos y expectoración disminuyen y si desaparecen los estertores pulmonares. Observe si el esputo se vuelve más fluido y fácil de expectorar después de la administración del medicamento.
6. Reposo y ejercicio: Respire aire fresco con frecuencia, evite resfriarse, mojarse con la lluvia, realizar esfuerzos excesivos y el contacto con alérgenos. Fortalezca su tolerancia al frío, por ejemplo, lavándose la cara con agua fría. Durante los periodos en que no presente síntomas agudos, el ejercicio físico adecuado, como trotar, practicar tai chi y caminar, puede aumentar la capacidad pulmonar y la resistencia, y mejorar la condición física.
III. Bronquiectasias
La bronquiectasia se produce por bronquitis recurrentes tras infecciones respiratorias agudas o crónicas y obstrucción bronquial, lo que provoca daños en la pared bronquial y dilatación y deformación irreversibles de los bronquios. Sus manifestaciones clínicas incluyen tos crónica, expectoración purulenta abundante y/o hemoptisis recurrente, así como infecciones secundarias. Es frecuente en pacientes con antecedentes de sarampión, tos ferina o bronconeumonía.
1. Reposo y actividad: El reposo reduce la actividad pulmonar y previene la hemoptisis inducida por actividad excesiva. A los pacientes con hemoptisis leve se les debe aconsejar reposo tranquilo; aquellos con hemoptisis masiva o afecciones graves deben guardar reposo absoluto en cama.
2. Cuidados dietéticos: Durante una hemoptisis masiva, es necesario el ayuno. Durante episodios de hemoptisis leve, evite los alimentos excesivamente fríos o calientes para prevenir la reaparición de la hemoptisis. Ofrezca comidas pequeñas y frecuentes, con una dieta rica en calorías, proteínas y vitaminas, como pescado, carne, huevos y verduras. Evite el té fuerte, el café y otras bebidas estimulantes. Fomente una abundante ingesta de agua, al menos 1500 ml diarios, para diluir el esputo, facilitar la expectoración y la evacuación intestinal, y prevenir el aumento de la presión abdominal que podría desencadenar más episodios de hemoptisis. Enjuáguese la boca antes de las comidas y después de la evacuación postural para eliminar el mal aliento y estimular el apetito.
3. Monitorización del paciente: Observe la cantidad, el color, la consistencia y el olor del esputo, su relación con la posición corporal y si se separa al ponerse de pie. Registre la cantidad de esputo expectorado durante 24 horas. Observe la cantidad, el color y la consistencia de la hemoptisis. Si la hemoptisis es abundante, observe si hay opresión en el pecho, dificultad para respirar, cianosis, palidez, sudoración profusa o dificultad respiratoria. Vigile atentamente la aparición de síntomas sistémicos como fiebre, pérdida de peso y anemia.
4. Atención psicológica: Evaluar integralmente la comprensión de la enfermedad por parte del paciente y su familia, explicar las causas de la bronquiectasia recurrente y el progreso del tratamiento, y aliviar su ansiedad. Especialmente durante la hemoptisis, brindar consuelo y apoyo para mantener la estabilidad emocional y prevenir fluctuaciones emocionales derivadas del empeoramiento del sangrado.
5. Administración de medicamentos: Algunos medicamentos pueden contraer las arterias pequeñas, reduciendo el flujo sanguíneo pulmonar y aliviando así la hemoptisis. Sin embargo, también pueden causar contracciones del músculo liso uterino e intestinal y vasoconstricción coronaria; por lo tanto, están contraindicados en pacientes con cardiopatía isquémica, hipertensión y mujeres embarazadas, como la vasopresina. La infusión intravenosa no debe administrarse demasiado rápido para evitar reacciones adversas como náuseas, urgencia defecatoria, palpitaciones y palidez.
6. Cuidados sintomáticos: El drenaje postural, las técnicas de percusión torácica y la terapia para el temblor son métodos eficaces para el tratamiento y la recuperación de esta enfermedad. Selecciónelos y utilícelos según el estado del paciente y las indicaciones médicas.











